Amalia Avia
Santa Cruz de la Zarza, Toledo, 1930 - Madrid, 2011
Amalia Avia fue una pintora de éxito. Cultivó la pintura realista y reprodujo especialmente espacios urbanos, madrileños y castizos, en una admirable gama de ocres, de puertas afuera. De puertas adentro es, por contra, el título de su libro de memorias, publicado siete años antes de su fallecimiento. En él, reflexiona sobre vida y arte. Se nos muestra una artista de gran templanza, voluntariosa y constante, segura de su vocación y de que esa vocación no es renunciable.
Hola...
[…] sí puedo decir que el momento de poner el pie en su estudio fue tan decisivo en mi vida que ésta bien se puede dividir en antes o después de Peña.
Los espacios de formación no reglada, como la Academia Peña en Madrid a mediados del XX, fueron claves en el desarrollo de la autoría artística femenina. Amalia Avia llega a este estudio a comienzos de la década de 1950. En ese espacio descubre la fuerza y la certeza de sus inclinaciones artísticas. Se trata de un momento epifánico. Reconoce el compromiso con su trabajo, un compromiso deseado desde mucho antes para lograr una vida plena y feliz.
[…] delante del caballete, sólo persiste la lucha, a veces desesperada, con el cuadro que no te sale, porque el cuadro, en principio, no sale nunca. A fuerza de no salir es como lo terminas […].
Tras haber encontrado un primer cuarto propio delante del caballete en un estudio colectivo llega el momento de hacer red de pintoras. Llega el estudio de la calle Béjar donde Avia pintará con otras compañeras de generación. En ese estudio afina su paleta de colores y afianza su determinación de no desfallecer en la lucha con la obra que, en su caso, se manifiesta en ese uso amortiguado del color por que es famosa y que quizás, no está segura, tenga que ver con el respeto a la posesión de la imagen, posesión que no desea y que cambia por el respeto al reflejo fiel de un Madrid histórico, profundo y eterno.
El peregrinaje sigue: los cuadros van y vienen. Ahora como hace veinticinco años.
Llega el desafío del matrimonio y la maternidad. Reconoce Avia la dificultad de ir contra los roles de género pre-establecidos pero también la necesidad de hacerlo. No le gusta el trabajo doméstico que considera ha de repartirse entre esposo y esposa. Tuvo toda su vida estudio y espacio para pintar. No desea posponer su vocación y, aun teniendo que hacerlo cuando llegan sus hijos, siempre supo (como su marido) que su arte la esperaba. Y a él volvió para no abandonarlo nunca.