Consuelo Berges

Ucieda, Cantabria, 1899 – Madrid, 1988

La independencia marcó a Consuelo Berges desde su nacimiento. Sus padres no estaban casados y creció con su familia paterna en la montaña cántabra en una casa con una enorme biblioteca que fue su escuela. Estudió magisterio y empezó a escribir. Se fue a vivir a Perú durante la dictadura de Primo de Rivera. Regresó a España en la década de 1930. Tras un breve exilio en Francia tras la guerra, regresó a Madrid, al exilio interior de tantas modernas durante el franquismo. Vivió de la traducción, labor en la que destacó y a la que se dedicó de manera incansable, hasta el fin de sus días, en su pequeño piso, con maravillosa biblioteca, del barrio de Argüelles, en Madrid.

Hola...

La "llama inmortal", de Wells, encaminó mi adhesión obstinada a las impotentes propagandas pacifistas de entre las dos guerras.
Consuelo Berges recuerda en su vejez los años de juventud intensamente vividos. Los métodos de la ILE calaron hondo en su espíritu autodidacta. Margarita Comas fue su maestra. Como buena moderna, solamente necesitaba una máquina de escribir Remington para estar segura de poder ganarse el sustento. Con su Remington viajo a Perú en el año 1926 a continuar su carrera periodística. La joven autodidacta convertida al institucionismo y la traductora de los clásicos de la novela francesa son una en el barrio de Argüelles.
Para mí la política, la menuda y la trascendente, es hoy algo así como un caso de conciencia.
En la década de 1930, de nuevo en España, Consuelo Berges no permaneció ajena a la intensa politización de su entorno. Publicaba artículos en Santander, vivía en la Plaza Santa Ana en Madrid y vivía la política desde la escritura. Se sintió interpelada por los vínculos entre feminismo y anarquismo, como Federica Montseny. Estalló la guerra y se involucró en la revista Mujeres Libres. Finalmente huyó a Francia y vivió en París la ocupación nazi.
Vivo, en una apartada penumbra, de la humilde artesanía de la traducción.
El exilio interior de Consuelo Berges fue un vivir discreto y humilde. Stendhal, Proust y otros ocuparon sus días y fue dejando que su propia voz literaria se durmiese. Ve la traducción literaria como una labor artesanal que requiere tino, constancia y conocimiento. Dedicarse a la traducción para poder comer no le impide ser consciente de que tiene armarizado un proyecto de obra propia. Esa conciencia de su pulsión autora no debe olvidarse.

ACTRIZ: Maite Jiménez | FUENTE: Archivo personal de Consuelo Berges (Fundación Consuelo Berges), Archivo del Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver y Biblioteca Nacional de España | DIRECCIÓN: Nuria Capdevila-Argüelles | GUIÓN: Andrés Juárez | PRODUCCIÓN: Isabel Santafé | CASTING: Isabel Santafé | DISEÑO ARTÍSTICO: Lucy Richards | VESTUARIO: O.La.La Vintage Wardrobe | MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: Charo Hairdressing | POSTPRODUCCIÓN: Luke Hagan, Jonas Hawkins | SONIDO: Luke Robinson | REGIDOR DE PLATÓ: Jacob Saul | CAMARA: Luke Hagan, Samuel Walker | MONTAJE: Ashley Thorpe | FOTO FIJA: Alex Toze | TRADUCCIÓN: Rosie Broadley, Imogen Davidson y Sophie Paynter | VOZ ARROZ CON LECHE: Lisa Campos Sánchez.