Lilí Álvarez

Roma, 1905 - Madrid, 1998

Elia Maria González-Álvarez y López-Chicheri, Lilí Álvarez, “the señorita”, deportista, campeona de Wimbledon, teóloga, escritora y miembro del Seminario de estudios sociológicos de la mujer fundado por María Campo Alange, fue una mujer con mucha personalidad. Su infancia y juventud fueron nomádicas. Viajaba y cumplía sus compromisos deportivos. Siempre vivió en ambientes muy selectos, en hoteles en Europa o invitada por grandes casas británicas. Tras un breve y fallido matrimonio se estableció en Madrid, muy cerca del Museo del Prado. No toleró la construcción del cuerpo de la mujer como enfermo o pecaminoso y entendía la actividad física como medio de emancipación.

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Yo era una verdadera embajadora de España.
El padre de Lilí Álvarez fue su primer maestro y su compañero de juegos. La inició en el deporte y la competición. Le insufló, de paso, una gran confianza en sí misma. En el período de entreguerras toda Europa es el escenario de su vida. Es una moderna cosmopolita. Se atreve con el esquí, el patinaje sobre hielo, las carreras de coches y el tenis, deporte en el que destacará desde edad muy temprana. No fue al colegio pero sus inquietudes intelectuales también fueron satisfechas.
El deporte nos levanta. Posee el poder misterioso de equilibrar, de armonizar nuestra individualidad.
La contribución más importante de Lilí Álvarez al pensamiento feminista español tuvo lugar en los comienzos de su vida intelectual y estuvo vinculada al cuerpo. No pensaba que el cuerpo humano estuviese separado del alma. Al contrario, es uno con ella. Y si el alma es divina el cuerpo lo es también. No es un lugar de pecado. El deporte y la salud son nuestra obligación para con el cuerpo que hemos de cuidar lo mismo que cuidamos el espíritu. Desde esta perspectiva enalteció el cuerpo femenino y defendió la comodidad del atuendo deportivo y de calle. Fue también, indiscutiblemente, precursora de la figura de la influencer.
La vida total de nuestra intimidad, de todos y todas necesita fundarse sobre la salud y su exigencia.
La construcción del cuerpo femenino como incompleto o incorrecto tiene consecuencias fatales en la historia, la cultura y la sociedad. Lilí Álvarez lo ve claramente. Se declara contraria a los mecanismos de la represión, centrales en el moderno psicoanálisis, porque desconectan a la mujer de su cuerpo y su potencial. Carga contra la feminidad esencial y denuncia el miedo de los hombres a la emancipación de la mujer. Insiste en la importancia de la salud física como centro de la existencia de todos, hombres y mujeres.

ACTRIZ: Montserrat Roig de Puig | FUENTE: “Lilí Álvarez cuenta su vida” (Pueblo 1961) | DIRECCIÓN Y GUIÓN: Nuria Capdevila-Argüelles | PRODUCCIÓN: Isabel Santafé | CASTING: Isabel Santafé | DISEÑO ARTÍSTICO: Lucy Richards | VESTUARIO: O.La.La Vintage Wardrobe | MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: Charo Hairdressing | POSTPRODUCCIÓN: Luke Hagan, Jonas Hawkins | SONIDO: Luke Robinson | REGIDOR DE PLATÓ: Jacob Saul | CAMARA: Luke Hagan, Samuel Walker | MONTAJE: Ashley Thorpe | FOTO FIJA: Alex Toze | TRADUCCIÓN: Rosie Broadley, Imogen Davidson y Sophie Paynter | VOZ ARROZ CON LECHE: Lisa Campos Sánchez.