Carmen Conde
Cartagena, 1907 – Madrid, 1996
Carmen Conde fue una prolífica escritora y la primera mujer en entrar en la RAE. Consciente de su ser autor, se convierte en espectadora y cronista tanto de los momentos más duros del siglo XX español como de la existencia de redes de mujeres artistas e intelectuales sosteniendo en comunidad su trabajo y pensamiento. Nexo de unión entre las que se fueron y las que se quedaron, maestra y poeta siempre.
Hola...
Soy mujer y escribiré. […] He decidido trabajar y abrirme camino
Carmen Conde recuerda su infancia en una sociedad obsesionada por controlar a las niñas. El médico recomienda menos lectura para la niña libresca. La madre, por su parte, se empeña en que su hija sea una joven al uso y aprenda todo lo que hay que saber sobre el mundo doméstico. La necesidad de escribir persiste y llegan, para quedarse, la mesa y la silla propias.
Aprended todos de mí a llevar muy en pie la llama.
La maternidad es imposible en un mundo en guerra. La guerra convierte a la mujer en un ser sumergido en un oscuro luto existencial que la escritora denuncia a través de la palabra poética preñada de acción política. Las mujeres no pueden ni deben ser madres mientras haya guerra.
¡Palabras! Océano al cual iba sonámbula.
La de Carmen Conde es una vocación nunca traicionada. En su discurso de ingreso en Real Academia no se olvida de las escritoras españolas que la han precedido y las abarca en su palabra. Denuncia la violencia y la discriminación ejercida contra las mujeres autoras por la institución y por el canon masculino. Esa injusticia no puede con la fe en la palabra de todas.